Descubre herramientas de minduflness para trabajar sin estrés.
Aunque parezca algo extraordinario, trabajar sin estrés es posible. Y necesario. El estrés es la gran pandemia de la sociedad occidental. Es el desencadenante de numerosas patologías y dolores, de enfermedades y cánceres. Cuando sentimos un estrés desmedido, nos adentramos en un camino movedizo.
Si bien es cierto que dosis reguladas y moderadas de estrés son sanas, pues desencadenan motivación y acción, cuando el umbral sobrepasa ciertos niveles de estrés, entonces tenemos que buscar una solución. Vivimos una vida, ¿porqué hacerlo desde la tensión y la contracción? ¿Porqué trabajar desde el miedo y la ausencia de conexión?
Es importante entender una cosa: cuando el cuerpo está bajo un nivel de estrés elevado, está inflamado. Los órganos principales, como el hígado o los intestinos ya no pueden hacer su trabajo. Los alimentos se absorben mal, provocando desnutrición e indigestión. Los alimentos se procesan mal, generando estreñimiento y constipación. Todo esto trae consigo intoxicación y a la larga una gran oxidación interior.
Envejecemos prematuramente, nos sentimos pesados y adormilados todo el rato, no encontramos sentido a nuestra vida, pues nos pasamos las horas de nuestro día trabajando desde la desconexión y el temor. Sin embargo, nada está perdido. Todo puede ser corregido.
Trabajar sin estrés es posible y accesible.
El mindfulness es una herramienta ideal para lidiar con la ansiedad. Es una práctica perfecta para conectarnos con nuestra esencia y actuar desde ella. Cuando estamos alineados con nuestros valores, con nuestras intenciones y motivaciones, todo es más fácil y llevadero. Todo se gestiona desde una perspectiva más benigna y fructífera.
Herramientas para trabajar sin estrés:
- Respira de vez en cuando: la respiración está siempre a tu disposición y puede inducir la relajación. Cada vez que te sientas nervioso, recuerda que puedes respirar. Practicar inhalaciones en 8 y exhalaciones en 12 apacigua tu sistema nervioso central y te brinda mayor vitalidad. Saber respirar puede ayudarnos a regular cualquier emoción o sensación, incluso el estrés o la ansiedad. No menosprecies su poder, pues te puede ayudar a sostener cualquier tipo de experiencia o solventar los problemas.
- Se agradecido y compasivo contigo mismo: otro gran catalizador de bienestar y calma es el agradecimiento. Cuando agradecemos las cosas que hacemos, los objetos “que tenemos”, los logros conseguidos y fracasos vividos, la vida toma una perspectiva nueva y más plena. Trabajamos con más presencia y entrega. Nos aceptamos más, con nuestros menos y nuestros más. Ser agradecido y compasivo con una mismo en el trabajo es fundamental para vivir con menos ansiedad. Para mejorar y crear. Innovar y materializar.
- Recuerda que la vida tiene un final: esto es vital. La vida tiene un final. Repetirte esto a lo largo de tu jornada laboral, te enseñará a apreciar cada tarea emprendida. A sentirte vivo con cada proyecto nuevo. En vez de estar pensando que tienes muchas cosas que hacer, centra tu atención en lo que estás realizando en el momento presente. ¿Quién te dice que seguirás respirando en la hora siguiente? No des por hecho nada; vive como si la muerte te observará. En última instancia, no sabemos nada. Relájate y disfrútate. Haz lo que está en tus manos y deja que lo demás fluya de forma orgánica. Sin resistencia. Con curiosidad y paz.
- Escoge la cadencia que se alinea con tu naturaleza: todos poseemos nuestra propia cadencia. Nuestra manera de funcionar en la tierra. Algunos aman la velocidad, otros se deleitan con la lentitud y tranquilidad. Algunos se sienten vivos con el hacer obsesivo, otros priorizan el hacer con sentido. Cada uno funciona a un ritmo distinto: y eso en el trabajo es obvio y claro. No te compares con los otros, pues ellos vienen de otro entorno. Deja que tu propio ritmo se guíe. Vive siguiendo la cadencia de tu propio cuerpo. Sin miedo ni apego.
- Aprende a comunicar desde la honestidad: hablar con tus compañeros y jefes de trabajo con sinceridad y amabilidad es fundamental. Aprender a comunicar tus emociones y sensaciones con los demás te puede ayudar a soltar. A desprenderte del peso de las expectativas. A trabajar con más autenticidad y armonía. Si sientes que hay cosas a las que no llegas, házselo saber a quién lo necesite saber. Comunicando desde el corazón y la ausencia de ego, todo se entiende y puede comprenderse. Y si los demás no logran ponerse en su situación, ten el valor de quererte igual. De aceptarte igual. De perdonarte y continuar.
Estos son algunos consejos para trabajar sin estrés (o con poco estrés) y disfrutar de tu jornada laboral. Dedicas muchas horas de tu día a desenvolverte en el ámbito profesional: haz que valga la pena y disfruta de esta experiencia.
Si además, te apetece meditar, te recomendamos esta práctica de 10 minutos para aprender a calmar el estrés. Inclúyela en tu día a día y vive la vida de forma confiada y tranquila.
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