Ashtanga Yoga: el arte de armonizar cuerpo y mente, fuego interior y movimiento exterior.
El Ashtanga Yoga es una de las prácticas más intensas y vigorosas, más dinámicas y fogosas. Es el Yoga de los 8 pasos, y se compone de 3 series diferentes con un orden preestablecido de posturas específicas.
Es un tipo de Vinyasa: el principio vital es el de armonizar el movimiento del cuerpo con la respiración, a través de una secuencia que se aprende de memoria y que muchas veces se práctica de forma autónoma (en Mysore).
Se le considera como una auténtica meditación en movimiento: cuerpo, mente y alma se funden a través del vaivén constante de inhalaciones y exhalaciones nasales.
Fue divulgado por el maestro Sri.K.Pattabhi Jois, quien lo enseñó en su casa y escuela de Mysore durante más de 65 años. Aunque, como hemos mencionado antes, muchos seguidores de Ashtanga Yoga practican de forma autónoma, también se puede acudir a clases guiadas e incluso para principiantes.
¿Cuáles son los beneficios del Ashtanga Yoga?
Al ser una secuencia repetitiva y diaria, una de sus grandes ventajas es que se percibe la progresión con mayor facilidad. Los beneficios físicos y mentales son palpables. La disciplina juega un papel muy importante: a través de la repetición, de la ejecución de asanas y la memorización de la secuencia, se transforma en una rutina diaria. Una forma natural de despertar y respirar, de movilizarse y conectarse.
El trabajo de bandhas, drishtis y pranayamas hacen del Ashtanga Yoga una práctica muy potente y completa, meditativa y efectiva.
- Trabaja el músculo de la autodisciplina.
- Aumenta la fuerza del cuerpo a través de los múltiples vinyasas y las numerosas asanas.
- Mejora la flexibilidad, movilidad, elasticidad y agilidad.
- Desarrolla el equilibrio, el control y la concentración.
- Mejora la postura corporal a través del trabajo de alineamiento.
- Trabaja con la respiración consciente, mejorando su calidad y la capacidad pulmonar.
- Las bandhas o cierres energéticos aportan energía y fuerza interior.
- El drishti, es decir el enfoque de la mirada y la mente en un punto fijo, ayuda a desarrollar la concentración.
- Mejora el sistema circulatorio y el sistema inmunológico.
- La constancia y la repetición en la práctica, los movimientos conscientes y la respiración Ujayi aportan serenidad y calma mental, paz y liviandad.
Además, cada serie de Ashtanga focaliza la energía en desarrollar una habilidad específica: la primera, “Yoga Chiktsa” alinea el cuerpo y lo purifica de toxinas. La segunda, “Nadhi Sodhana” desintoxica y calma el sistema nervioso. La tercera, “Stira Bahija”, desarrolla la fuerza y la estabilidad.
Tradicionalmente, los auténticos devotos del Ashtanga Yoga practican 6 días a la semana: 5 de ellos Mysore y uno de ellos, una clase guiada, salvo los días de luna llena o nueva. Se dice que estos días el cuerpo es más propenso a lesionarse.
Así pues, si lo que necesitas es una rutina ordenada en tu día a día, si eres de esas personas que necesitan de un orden mental y de una secuencia a memorizar y practicar con asiduidad, el Ashtanga Yoga es para ti. Puedes empezar por algunas clases guiadas y adentrarte, más tarde, en la auto práctica.
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