En los últimos años, la práctica del yoga se ha popularizado mucho, y no es de extrañar dado que son numerosos los beneficios que ofrece tanto para el cuerpo como para la mente.
Una de las ventajas del yoga es que incluso puedes practicar yoga en casa si te resulta más cómodo, de esta forma tienes total libertad para adaptar la práctica a tus horarios y necesidades.
En este post queremos mostrarte qué necesitas y qué debes saber sobre cómo practicar yoga en casa.
Beneficios del yoga en casa
Esta práctica antiquísima es parte de una disciplina oriental muy profunda, que consiste en la búsqueda de la paz interior y que va ligada a un estilo de vida saludable. El yoga conecta el cuerpo y la mente, por lo que es más que un ejercicio físico.
Determinados estudios confirman que su práctica mejora los procesos metabólicos y anabólicos del organismo. Asimismo, favorece la circulación y los procesos de transporte de oxígeno, por lo que nos sentimos más enérgicos. El yoga ayuda también al funcionamiento del aparato cardiovascular y de los pulmones. Gracias a los ejercicios y posturas del yoga logramos aumentar nuestra resistencia y equilibrio, que tienen un gran papel en el funcionamiento de nuestro corazón.
Además, se consigue una mayor concentración y relajación del cuerpo, reduciendo los niveles de estrés. Cuando practicamos yoga, despejamos la mente, olvidándonos de los problemas que nos rodean y de las preocupaciones, por lo que dejamos la mente en blanco y reducimos los niveles de ansiedad y estrés diario. Esto crea una mejor estabilidad emocional que nos ayuda a afrontar los días y nos sentimos más relajados.
Por otro lado, conseguimos tonificar y fortalecer los músculos de todo el cuerpo. Las posturas realizadas en el yoga nos permiten trabajar, además de la resistencia y el equilibrio, la fuerza de brazos y piernas. También conseguimos relajar y aliviar la tensión muscular, protegiendo la salud de nuestros tendones.
Al hacer yoga de forma correcta, ejecutando los movimientos sin impactos continuos, conseguimos que nuestras articulaciones no sufran como en otros deportes y que se refuercen y se mantengan flexibles. Incluso conseguimos reforzar el suelo pélvico, algo que ayuda a mejorar las relaciones sexuales.
La mejora de la flexibilidad es otro de los beneficios. Si se realiza una práctica asidua, conseguimos trabajar la flexibilidad y movilidad de nuestras articulaciones, por lo que conseguimos una mayor agilidad en movimientos cotidianos. Asimismo, conseguimos aliviar las molestias o dolores que puedan ocasionarnos las malas posturas provocadas por el trabajo, el uso del ordenador, etc.
En relación a esto último, se ha demostrado que los ejercicios realizados durante la práctica, llamados asanas, alivian el dolor de personas con enfermedades de diversos tipos. Esto se debe a que nos dedicamos tiempo, nos relajamos y enfocamos toda la energía en aquellas zonas del cuerpo afectadas, sabiendo gestionar las sensaciones y disolviendo los efectos del dolor.
Además, nos ayuda en la pérdida de peso. Realizando los asanas conseguimos quemar calorías extra que nos ayudarán a adelgazar. Investigadores descubrieron que el gasto promedio de realizar una hora de yoga puede llegar a quemar 507 calorías.
Por último, mejora la hipertensión, la coagulación e incluso el colesterol. Estudios han revelado que la práctica de yoga con frecuencia reduce hasta un 23% la tasa de colesterol en sangre. Con estas posturas conseguimos también que desciendan la acumulación de la grasa en las arterias.
Tipos de yoga
Antes de llevar a cabo el yoga en casa, debes elegir qué tipo es el más adecuado para ti, para tu forma física y para tus objetivos. Entre los principales tipos encontramos el Hatha Yoga, el Vinyasa, el Yoga Iyengar, el Kundalini, el Nada Yoga, el Nidra y el Bikram. Algunos de ellos no pueden realizarse en casa, dado que se necesitan unas condiciones específicas para llevarlos a cabo, como es el caso del Bikram.
Aunque todos los tipos de yoga tienen el mismo objetivo, hay algunos más apropiados que otros si eres principiante. Por ejemplo, el Kundalini, el Iyengar o el Hatha son los más adecuados para comenzar e ir progresando en la técnica. Pero siempre dependerá de la capacidad y práctica de cada uno.
Cómo hacer yoga en casa
El yoga es un deporte que puede realizarse en multitud de lugares, entre ellos tu hogar. Puedes hacer yoga en casa sin problemas, lo importante es que te sientas cómoda y tengas suficiente espacio para poder realizar movimientos.
Por otro lado, es un deporte gradual. Esto significa que tú misma vas marcando el ritmo. La agilidad y la flexibilidad se van mejorando progresivamente, por lo que puedes ir poco a poco incluyendo nuevas posturas y ejercicios. Además, el riesgo de sufrir alguna lesión es mínimo, y puedes comenzarlo cuando estés dispuesta, no necesitas ninguna preparación previa ni ninguna condición física.
1. Crea un espacio en el que te sientas cómoda. El espacio elegido debe ser amplio y tranquilo, de esta forma conseguiremos realizar los ejercicios sin interrupciones y con total libertad. Si eliges un pequeño rincón de tu hogar y lo dedicas en exclusiva a su práctica, incrementarás las posibilidades de realizarlo de forma frecuente.
Puedes incluso decorarlo como quieras, el objetivo es que el ambiente sea bueno. Escoge la luz que te guste, e incluso un olor que sea de tu agrado, como el de las velas. Si sientes que hay demasiado ruido exterior y que no puedes controlar, puedes utilizar tapones para los oídos. De esta forma no sentirás molestia por los ruidos externos y estarás más calmada y libre de ruidos.
2. Elige ropa cómoda. La ropa diseñada para la práctica de yoga asegura la comodidad a la hora de la realización de los movimientos, ya que es ropa flexible que nos permite movernos de forma eficiente y sin preocuparnos. Lo ideal es que no sea ropa demasiado amplia, dado que podría sernos molesta. Lo importante es que te sientas lo más confortable posible. Te recomendamos unos leggins o shorts, un sujetador deportivo y una camiseta. Si tuvieras frío, siempre puedes incluir una sudadera o chaqueta cómoda que te permita realizar los movimientos correctamente.
3. Utiliza los accesorios necesarios. Para la práctica de esta disciplina no es necesario mucho, pero si es recomendable el uso de una esterilla de calidad, para evitar que ciertas posturas puedan parecernos molestas. Además, hay algunos accesorios específicos para mejorar la realización de los ejercicios como bloques y cintas que pueden ayudarnos en aquellos en los que no tengamos suficiente flexibilidad.
También puedes incluir algo de música en las sesiones para poner ambiente al lugar. Está claro que no cualquier música vale, pero puedes poner alguna que te ayude a relajarte y sentirte en paz, como sonidos naturales de agua, de pájaros cantando, etc. Los sonidos de la naturaleza pueden ayudarnos mucho en la búsqueda de la paz y la tranquilidad. Si quieres puedes consultar nuestro blog sobre música para yoga y descargarte nuestro playlist.
4. Practica el tipo de yoga que más se adapte a tus preferencias. Hay multitud de tipos de yoga, en función de la condición física y del nivel de práctica que tengas. Elige el que sea más adecuado para ti, para que lo practiques de manera efectiva.
5. Existen canales o aplicaciones dedicadas a practicar yoga. Si no tienes experiencia en la práctica, existen multitud de canales en Internet y aplicaciones enfocadas a esta disciplina. Pueden ser muy beneficiosas para aprender las diferentes posturas y comprobar si se están realizando correctamente, por otro lado, también sirven para realizar una rutina. En internet puedes encontrar tanto rutinas de pago como gratis, dependerá de tus preferencias.
Algunos canales como LiveStrongWoman- The Yoga Solution es perfecto para principiantes, dado que los vídeos están clasificados en función de la dificultad de las sesiones, y duran alrededor de 15 minutos. Por otro lado, el canal Fightmaster Yoga es muy útil si quieres buscar vídeos en función de tus objetivos, ya que hay sesiones para perder peso, para aumentar la flexibilidad, tonificar, etc.
Por otro lado hay páginas y apps de pago como Gaia o Omstars, que nos encantan ya que puedes disfrutar de clases de muchos tipos con los mejores profesores del planeta.
6. Antes de realizar una sesión, debes calentar el cuerpo. Sobre todo, es importante si vas a realizar posturas más intensas. Calentando 10 minutos antes del inicio del entrenamiento lograremos evitar las lesiones.
7. Escoge el momento adecuado. Debes elegir un momento en el que dispongas de tiempo, en el que puedas relajarte y no distraerte con motivos externos. Lo importante es que disfrutes de la práctica, si haces del yoga un hábito, te costará menos encontrar el momento del día en el que realizarlo.
Además, debes centrarte en la calidad de los ejercicios. De nada sirve realizar muchos movimientos pero sin aprovecharlos al 100%. Es preferible tomar tiempo en realizar cada uno de ellos y hacerlos de forma correcta.
8. Olvídate del móvil y de las distracciones. En casa, disponemos de muchos elementos que pueden distraernos durante las sesiones, por eso, es preferible que pongas el móvil en silencio, y si es posible, quitar todos aquellos objetos que puedan interferir y molestarnos mientras practicamos yoga.
9. No desistas. Puede que en principio no veas todos sus beneficios de manera rápida, pero ten paciencia, practica yoga con frecuencia, así verás poco a poco cómo sus efectos van apareciendo, tanto mental como físicamente.
10. Termina la sesión con unos minutos de relajación. Una vez hayas finalizado la sesión, dedícate unos minutos más a estar relajada, en silencio, sintiendo tu cuerpo relajado.
Otros consejos para compaginar la práctica de este deporte
Además de un deporte, el yoga es un estilo de vida que viene acompañado de diferentes hábitos y formas de vivir. Por ejemplo, está muy relacionado con la vida sana, con el cuidarse y mantener una dieta saludable. Por eso, normalmente la práctica de yoga viene acompañada de otros beneficios saludables.
Por eso, los yoguis suelen alimentarse con productos saludables, de calidad y nutritivos. Inclúyelos diariamente en tus comidas y estamos seguros de que te sentirás mejor tanto por dentro como por fuera. Aliméntate de productos frescos, no procesados y llenos de nutrientes y vitaminas.
Por otro lado, debes descansar lo necesario. Dormir 7 u 8 horas nos ayudará a estar lo suficientemente activos para afrontar el día a día. Además, de esta forma estarás más descansado y podrás practicar yoga en casa sin esfuerzos.
En resumen, las razones para practicar yoga en casa son numerosas. Los beneficios para el cuerpo y la mente son evidentes y no necesitas demasiado para llevarlo a cabo.
De todos modos, si estás empezando, te recomendamos que lo complementes con alguna clase presencial de vez en cuando en el que la guía experta de un profesor cualificado te ayudará a corregir posturas que puedas estar haciendo de forma incorrecta y avanzar.
Te animamos a iniciarte en este deporte que te ayudará a conectar con tu yo interior, mientras fortaleces tu cuerpo y relajas tus pensamientos.
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