Descubre el poder de los rituales de belleza consciente.
Belleza. Que palabra tan bella. Al escuchar la palabra belleza, un universo de suavidad, luminosidad, feminidad y delicadeza se despliega.
La belleza no es algo artificial. La belleza es la expresión misma de la vida.
La naturaleza es bella.
Las flores son perfectas.
Las gemas son brillantes.
La piel es suave.
Aunar algo tan placentero como es la belleza con algo tan sútil y poderoso como es la atención plena conforma una ecuación perfecta: encarnar beldad desde la consciencia y la humildad.
¿Qué es un ritual de belleza?
Un ritual de belleza es un momento de intimidad y cuidado personal. Al ritualizar el hábito de maquillarnos, por ejemplo, estamos elevando este instante a un plano más sagrado.
Dejamos de hacerlo por automatismo o de forma inconsciente para ser consciente de cada gesto y movimiento. El hábito deja de ser algo mecánico para transformarse en algo mágico.
Ritualizar tu autocuidado personal es darle un sentido más elevado.
Te cuidas para celebrar la vida que recorre tus venas. Te cuidas para darle a tu cuerpo, amor y respeto. Te cuidas para honrar a los demás. Te cuidas para conectar con tu propia verdad.
Un ritual de belleza no es superficial, es un gesto de gran amabilidad y generosidad. ¿Qué tiene de malo realzar ciertas zonas del rostro con color, luz y amor? Todos comemos alimentos sanos para sentirnos bien. Tenemos el mismo derecho a hidratarnos, exfoliarnos y maquillarnos para sentirnos bien. Es un acto sano. Es un momento igual de sagrado.
¿Cuáles son los efectos de un ritual de belleza?
Además, los rituales de belleza conscientes tienen efectos muy positivos en la mente:
- mejoran el autoestima, la confianza, la conexión con uno misma,
- calman la vorágine mental al activar el sistema nervioso parasimpático,
- permiten desarrollar habilidades como la precisión, la concentración, la creatividad y la imaginación,
- conectan a la persona con su lado más íntimo y femenino…
Los rituales de belleza nos empoderan. Nos preparan para caminar en la vida con una actitud valiente, firme y consciente. Nos devuelven la confianza y la seguridad en una misma. Son la expresión de nuestra emoción. De nuestro lado más humano. De nuestro corazón.
Consciencia y belleza: ritual de mindfulness para conectar con tu feminidad.
Aplicar la atención plena al ritual de maquillaje, por ejemplo, es una manera muy bonita de conectar con nuestra parte divina.
Somos diosas. Somos seres de luz y de gran beldad que pueden despertar todo su potencial a través de la delicadeza y la suavidad. No son necesarias la violencia ni la agresividad para demostrar nuestra valía y fuerza. Todo lo contrario.
Esta práctica de beautifulness es ideal para incorporar en tu ritual de belleza. No es algo complicado. Es muy sencillo y agradable. No hace falta que lo practiques a diario, hazlo cuando sientas que dispones del tiempo necesario. No te obligues a nada. Tu naturaleza es perfecta y sagrada.
Colócate frente al espejo.
Obsérvate unos momentos.
Las líneas de tu rostro.
Tus ojos. El contorno de tus ojos.
Tu boca. El contorno de tu boca.
Eleva suavemente las comisuras, dibuja tu propia sonrisa.
¿Cómo te sientes hoy? ¿Cómo te quieres ver hoy?
Conecta con tus emociones y deja que sean ellas las que te maquillen.
¿Qué deseas manifestar en tu vida? Maquíllate para cumplir con esos sueños que tienes.
Se consciente de cada gesto. De la presión de los utensilios sobre tu rostro. De los cambios de color que se generan sobre tu faz. De la energía con la que realizas este ritual.
Respira. Inhala y exhala por nariz.
Disfruta de este momento. Se consciente de todo tu cuerpo.
Relaja el entrecejo.
Y sigue maquillándote. Sigue dibujándote. Siéntete. Amate. Celébrate.
Dejar un comentario