Descubre las diferencias entre la dieta de plantas y la dieta vegetariana.
Escuchamos, con cada vez más asiduidad, las siguientes oraciones: “he decidido seguir una dieta vegetariana”, “ he optado por hacerme vegana”… Aunque muy similares, el vegetarianismo y el veganismo son distintos.
Basados, ambos, en alimentos de procedencia natural, el vegetarianismo admite la ingesta de huevos, lácteos y miel, alimentos procedentes de animales vivos y respetados, mientras que la dieta vegana los excluye para alzarse como un régimen totalmente vegetal.
Ambas son alimentaciones saludables si se ingieren, de forma balanceada, todos los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo (proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales…). Es decir que adecuadamente ideadas, estas dietas pueden sostenerse a largo plazo sin ningún tipo de problema.
¿Cómo podemos asegurarnos de que nos estamos nutriendo correctamente?
Lo fundamental es estar atento a las necesidades del cuerpo. ¿Cómo me siento hoy? ¿Qué tipo de energía necesito ingerir hoy? ¿Me siento muy hambriento? ¿Qué necesito comer? Estas son algunas preguntas que nos podemos hacer antes de elaborar nuestra comida vegetariana o vegana.
La comida debe ser fuente de vida; no un trámite o una excusa para desfasarse.
Una vez identificadas nuestras necesidades, debemos decidir cuál de las dos dietas vamos a escoger.
¿Porqué?
Porque los valores nutricionales, aunque similares, difieren. Los huevos y lácteos de procedencia animal contienen altos contenidos en proteína; al elaborar un bowl vegetariano, ellos serán nuestra principal fuente de energía. Si optamos por una dieta vegana, debemos sustituir esos productos por alimentos con un valor nutricional similar: el tofu, el tempeh o el seitán, son, por ejemplo, una gran fuente de proteína vegetal.
Le deben seguir los carbohidratos, en mayor o menos medida, según nuestro desgaste físico, mental y emocional. Si, por ejemplo, hemos de realizar una actividad física intensa, optaremos por una cantidad mayor de cereales integrales, trigo o quinoa. Si hemos realizado un actividad física suave, alomejor el cuerpo no necesita tanta cantidad. Ya sea un plato vegetariano como vegano, es importante escucharse y observarse.
Para los adeptos al veganismo, se recomienda encarecidamente la combinación exquisita y muy nutritiva de cereales integrales con legumbres: quinoa con curry de garbanzos, ensalada de arroz integral con lentejas, tofu con tamari, sésamo y trigo sarraceno, pasta salteada con verduras y tempeh…
Comer para nutrir el cuerpo, no para complacer a la mente es un criterio muy importante a tomar a la hora de cuidarse. Las grasas saludables son otra propiedad indispensable que debe estar presente en nuestras comidas vegetales: aguacate, frutos secos, aceite de oliva o de coco son algunos ejemplos.
Para que todo esto pueda ser completo, debemos acompañarlo con grandes cantidades de verduras de hoja verde, ricas en vitaminas y minerales. Con fruta, si lo deseamos. Con semillas, algas, germinados… Las opciones son muy diversas, siempre y cuando seamos conscientes de lo que estamos configurando y porqué lo estamos configurando de ese modo.
Ambas dietas, la vegetariana y la vegana, suelen ser muy coloridas. Y eso significa que estamos ingiriendo muchas vitaminas. Ya sea por una cuestión de salud como por respeto hacia los animales, ambas son muy variadas, pueden ser eclécticas y muy originales.
Uno debe tener las ganas de querer innovar, crear, sorprender y mejorar. Para elaborar comidas vegetarianas y veganas ricas, debemos aprender a hacerlo, elaborando recetas no tan ricas. Todo aprendizaje requiere de equivocaciones: sólo así podemos evolucionar, mejorar y crear.
Ninguna de las dos es mejor que otra: desde Believe Athletics consideramos a cada persona como un ser individual. Por lo tanto, lo más importante es escucharse, observarse, sentirse y acudir a un especialista que ofrezca sesiones de nutrición personalizada para elaborar un plan alimenticio acorde con las necesidades, inquietudes y deseos personales del paciente: la nutrición holística o ayurvédica son una buena opción. Existen un montón. Busca, indaga, prueba y falla. Sólo así encontrarás la dieta que mejor se adapte a ti.
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