Descubre que es el Digital Detox y todos sus efectos positivos.
Nuestra época se define como la era de la tecnología: vivimos conectados. En la sociedad occidental, todo el mundo dispone de un aparato electrónico con acceso a Internet. Lo extraño es conocer a alguien que no posee un smartphone, una tablet o un ordenador.
El acceso masivo a la tecnología ha aportado grandes beneficios, tanto a pequeña como a gran escala. Podemos hablar y trabajar con personas que se encuentran en distintas zonas horarias, podemos conocer el estado de un país a miles y miles de kilómetros de nuestra casa. Podemos visualizar la geografía y el estilo de vida de pueblos recluidos en las montañas. Somos capaces de saber con exactitud lo que ocurre en prácticamente el mundo entero en cuestión de un click con nuestro dedo.
A esto se le denomina globalización: una forma de entender mejor la “unión” entre tribus, poblados, ciudades, países y continentes. Nunca hemos estado tan cibernéticamente unidos como ahora. Y sin embargo, nunca hemos estado tan físicamente separados como ahora.
Hemos creado una dependencia excesiva a la tecnología: necesitamos ver las vida de las personas a cada hora. Necesitamos compartir nuestros mundo interior y exterior a cada momento. Es como si la vida se desarrollase por Instagram; los bailes sólo se hicieran en Tik Tok; los contactos laborales sólo se dieran por Linkedin; y las mejores frases se leyeran en Twitter. Es tal nuestro amor por las pantallas que hemos sustituido los libros por ebooks; las recetas escritas por reels en Instagram; las clases presenciales por clases digitales; el maquillaje por los filtros y retoques…
Todo esto, utilizado con desmesura, genera un gran vacío en la sociedad: las personas hacen las cosas para que sean vistas por los demás. Las personas se valoran en base a la cantidad de “seguidores” o “me gustas” de sus cuentas cibernéticas. Las personas se comparan con fotografías retocadas y estratégicamente tomadas. Las personas idealizan a otras en base al éxito ficticio de su vida digital y no el de su vida real.
La adicción a la tecnología ha aumentado los casos de depresión, de ansiedad, de estrés y de apatía. También ha permitido que personas con problemas para relacionarse dependan de las redes sociales para desarrollar falsas amistades. Que personas con malicia y llenos de ira busquen la forma de robar a sus víctimas. Que las soluciones a los problemas se lean en las publicaciones de cualquiera: parece que lo que se publica en las redes sociales es veraz y recomendable.
Sin embargo, hay que tener mucho cuidado. El 90% del contenido de Instagram es falso: no muestra la realidad en sus 360 grados. Gran parte de las personas con más influencia jamás han estudiado una carrera. Cada vez es mayor el intrusismo laboral: personas que por gustar más, se han convertido en líderes sin profesionalidad.
El Digital Detox es un remedio ideal para escapar a toda esta locura y volver a la cordura. Por Digital Detox, entendemos:
- un período de tiempo sin acceso a las redes sociales, y en su versión más completa, a Internet en general (incluidos Whatsapp, los correos electrónicos…),
- un momento de introspección para determinar el uso que queremos darle a la tecnología,
- un momento para conectar con nuestro mundo interior, nuestras necesidades reales y nuestras habilidades personales,
- un respiro para apreciar la vida en su estado más puro y crudo.
Con el Digital Detox lo que estamos haciendo es una depuración. Esto nos ayuda a:
- enfocar nuestra mente, mejorando así la concentración, despertando la inspiración y conectando con el verdadero yo,
- evitar la distracción y sobreestimulación, reduciendo así los deseos y desordenes del ego,
- alinear nuestra intención con nuestro corazón,
- vivir una vida más real y menos superficial,
- consumir contenido de calidad, profesional y veraz,
- familiarizarnos con el ser y reducir el hacer,
- disfrutar de la presencia física de los demás o de un lugar,
- apreciar la vida en su estado más puro y natural.
Así pues, como hemos visto, son numerosos los beneficios positivos que tienen el Digital Detox. Desde Believe Athletics te invitamos a que aproveches este verano para practicarlo. Puedes empezar con un día a la semana.
Apagar todos los dispositivos electrónicos durante un día a la semana puede mejorar sobremanera tu salud física y mental. Si te ves capaz, puedes incluso probarlo una semana. Si necesitas ayuda, puedes solicitar la ayuda de un profesional. Alomejor tienes algún ser querido que quiera unirse al reto y juntos podéis divertiros con esto: contar con el apoyo de alguien siempre hace las cosas más fáciles.
A la hora de emprender un Digital Detox, es mejor ir poco a poco y ser compasivo con uno mismo que intentar algo desmesurado y sentirse frustrado por fallar. Es mejor un Digital Detox consciente y benevolente que un Digital Detox ansioso y odioso. La cuestión no es generarte más pesar, la cuestión reside en sanar.
Y algo que te puede ayudar, es preguntarte con asiduidad: ¿cuánto tiempo al día quiero dedicar a este mundo insustancial? ¿si el mundo se acabará ya, merece la pena dedicar tanto tiempo a lo digital? Recuerda que cada minuto en tu vida digital, es un minuto menos en tu vida terrenal. ¿Merece la pena de verdad? Pregúntatelo con asiduidad. Así no te arrepentirás. Jamás.
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